Acción Nacional fue creado para representar el interés del pueblo que cargaba con tanto sufrimiento. Los artículos primero y segundo de nuestra acta constitutiva no titubean y dejan muy claro que nuestra postura es siempre a favor de la subordinación de cualquier actividad individual a la realización del bien común.
Nuestro pasado es innegable, nos formamos en la protesta social, en la oposición, nos hicimos por la causa que el bien común reclamaba. Manuel Gómez Morín nunca se equivocó cuando formó este proyecto que luchó en contra del sistema que el Estado había impuesto, época en la que los sectores de la población habían sido controlados, organizados y manipulados por el Partido Nacional Revolucionario. Fue así como en 1939 se logró la fundación de lo que hoy es Acción Nacional.
Hoy, a setenta y tres años de la fundación, algo pasó, algo no marchó como en los inicios se esperaba. No lo podemos ocultar, el país no avanza al ritmo que debería. Acción Nacional llegó a ocupar la primera fuerza política en el país teniendo la mayoría de los legisladores en el Congreso y dos veces ganando la presidencia de la República. Sin embargo, en las calles el malestar social continúa. El recuerdo que la sociedad tiene de la alternancia que se logró en el año 2000 es un recuerdo de decepción. Actualmente la mayoría de los mexicanos duda si las elecciones de 2006 fueron legítimas y carga con una gran crisis de inseguridad.
Hablar sobre los errores que Acción Nacional ha tenido a lo largo del tiempo que ha estado en el poder me tomaría mucho tiempo y no es ese el propósito de esta carta. Lo que ahora más importa para la sociedad mexicana es el proceso electoral que en pocos días se llevará a cabo. Estamos todos los mexicanos ante una gran oportunidad de construir una nueva manera de hacer las cosas.
En la difícil situación que se avecina en México, el panismo representa un factor determinante para la construcción de un México más equitativo, pero no me refiero al panismo de los consejeros nacionales, ni de los miembros del gabinete del presidente, ni los grandes empresarios que se han beneficiado por las relaciones que mantienen con el gobierno. Me refiero al panismo que pega calcomanías en las calles, que se para en los puentes a ondear una bandera, ese panismo que va y pinta las bardas, ese panismo que reparte volantes, ese panismo al cual pertenezco y que, lamentablemente, ha sido víctima de los errores de los gobernantes de nuestro propio partido. Mi llamado es para ese panismo que ha sufrido la ola de violencia que azota a nuestro país, que le cuesta cada aumento a la gasolina, que sufre la falta de empleo, entre otras cosas.
Amigos panistas, que como yo han sufrido los males de un mal gobierno, pido le demos la oportunidad y nuestra confianza y apoyo a Andrés Manuel López Obrador pues ha mostrado ser una persona honesta, los periodistas más agresivos no han podido encontrar corrupción en su historial, ademas que sus propuestas convienen a la mayoría de los mexicanos, recordemos que nosotros los panistas, en nuestros inicios, luchamos por el bien común.
No se trata de un acto de incongruencia, por el contrario, es un acto de verdadera congruencia. Recordemos que Manuel Gómez Morín tenía en sus objetivos crear una doctrina de congruencia con los principios por los que fue creado Acción Nacional, por eso mismo hoy pido que se busque el interés común.
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