Respecto la postura rusa en relación a los acontecimientos en Medio Oriente y Siria, Putin declaró “nuestra posición es facilitar un cambio para mejorar a los países, pero no imponer por la fuerza, lo que pensamos correcto, sino incitar al desarrollo desde el interior”.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, acusó hoy a los países occidentales de sembrar el “caos” en Siria igual como lo hizo en otros países de Medio Oriente, a pesar de las advertencias de Moscú, informó la agencia rusa de noticias Itar-Tass.
“Nosotros advertimos de la necesidad de actuar con cuidado, no imponer nada por fuerza, de lo contrario esto conducirá al caos. ¿Y qué observamos ahora? La situación se parece mucho al caos”, dijo Putin en un encuentro con habitantes de la región rusa de Riazán.
“Lo principal es que nuestros socios no pueden detenerse. Ya crearon la situación del caos en muchos territorios. Ahora continúan igual política en otros países, en particular, en Siria”, declaró el jefe del Estado ruso.
Respecto la postura rusa en relación a los acontecimientos en Medio Oriente y Siria, Putin declaró “nuestra posición es facilitar un cambio para mejorar a los países, pero no imponer por la fuerza, lo que pensamos correcto, sino incitar al desarrollo desde el interior”.
En su opinión, Putin indicó que Rusia siempre se ha distinguido con ventaja de otros países, ya que “venía formándose como un Estado multinacional y multiconfesional”.
“Desde el principio nuestra confesión principal -la ortodoxa– siempre ha sido muy tolerante con relación a otras religiones”, dijo.
Precisó que la tarea consiste en que cada representante de cada etnia, incluso de la más pequeña, si vive en este territorio y es ciudadano de este país, se sienta absolutamente igual de derechos como todos.
El jefe del Kremlin subrayó que el Estado ruso “nunca ha impuesto su voluntad, ni ha pretendido imponer sus costumbres en casa ajena”.
“En general, siempre hemos respetado mucho dentro del país a todas las etnias, los pueblos, las religiones y hemos tratado de transmitir esto en la arena internacional”, agregó.
Rusia, un aliado tradicional de Siria, ha denunciado la política de “injerencia” de Occidente y ha vetado hasta ahora todas las resoluciones contra el régimen del presidente Bashar al-Assad en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Putin se ha mostrado siempre en contra del posible derrocamiento de al-Assad, aduciendo que la llegada al poder en Damasco de la oposición armada conduciría a una interminable guerra civil como en Afganistán.
“Consideramos que el futuro del país no debe decidirse por la derrota o la victoria militar de una de las partes, sino durante un proceso negociador”, concluyó.
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