Saltillo.- En México, un movimiento importante ha iniciado. No hay balas, granadas o tanques de guerra. Hay palabras, opiniones e información. La Revolución virtual toma fuerza, y poco a poco deja los teclados para salir a la calle.
Es un fenómeno mundial, analizan expertos. La revolución conocida como Primavera Árabe, un movimiento laico y democrático de los países árabes, se organizó a través de internet y las redes sociales. Este fenómeno se ha replicado en otras latitudes y en México no ha sido la excepción.
Hoy se celebra un Día de la Libertad de Expresión diferente, con los jóvenes manifestándose a través del movimiento Yo Soy 132. Han encontrado el poder de convocatoria a través de Twitter, sin embargo, se valen de todas las herramientas virtuales (Facebook, YouTube y páginas web) para promover su demanda, que consiste principalmente en que termine el sesgo de información en los grandes emporios de la comunicación. Que los medios dejen de responder a intereses propios.
Las televisoras, las radiodifusoras y la prensa escrita parecen temblar ante las creativas y astutas respuestas de los jóvenes mexicanos –y de otros no tan jóvenes que se han unido al movimiento virtual–, a los que ya no se les puede engañar con información unidimensional, alterada o comprada por algún grupo de poder.
Libertad para opinarTodavía hace una década, la información llegaba a los mexicanos en una sola dirección. Cada persona creía o no creía en las noticias, sin embargo, había pocos canales para replicar y expresar opiniones.
Las familias platicaban sobre lo que veían o leían, y probablemente se escuchaban en sus charlas frases como “no mencionaron la guerrilla”, “eso no es lo que realmente pasó” o “nos están ocultando información”.
Grupos como Molotov utilizaron la música para expresarse a mayor alcance. Con temas que llamaban al movimiento, como “Gimme tha Power” y “Que No te Haga Bobo Jacobo”, la banda dijo lo que muchos en México pensaban.
La realidad ha dado un giro radical. Ahora, existen los medios alternos para que cada individuo manifieste sus opiniones y éstas sean conocidas por millones. El más claro ejemplo es el del joven que subió su propio video a YouTube, en el cual ofrece sus puntos de vista sobre la entrevista a Enrique Peña Nieto, candidato del PRI, en el programa “Tercer Grado”, de Televisa.
Más allá del acento marcado y de la buena ración de groserías que utiliza, este joven desconocido critica molesto lo que muchos otros mexicanos suponen, que Televisa y Peña Nieto están asociados y que el candidato a la Presidencia de México tiene nexos con Carlos Salinas de Gortari y Arturo Montiel. Los diferentes videos que circulan en YouTube con las palabras de este joven, han superado el medio millón de visitas y han reunido miles de comentarios, la mayoría de admiración y apoyo al muchacho.
“Gracias a Dios que existe este medio para así poder dar nuestra opinión de todas las maneras posibles y existentes, me da gusto ver que este joven con su acento y manera de hablar tan popular dé su opinión”, se lee en un comentario publicado ayer.
“Este hombre me ha hecho entender que la falta de acceso a la información e incluso a la educación no es pretexto hoy en día para tener los ojos cerrados”, opinaba otro visitante del sitio.
Otros más expresaban ideas de apoyo similares: “Joven.... usted tiene mi respeto”; “Este pinchi video dice toda la pinchi verdad”, o “Toda la razón amigo”.
Estas opiniones, aunque no son profesionales, reflejan una necesidad latente de verdades y no de mentiras ni sesgos. Una necesidad que crece como la espuma y que ha encontrado más respuestas en internet que en los medios formales de comunicación. En el contexto actual informativo, el movimiento Yo Soy 132 es motivo suficiente para llamar a comunicadores, líderes de opinión y periodistas a la seria reflexión sobre su labor.
Libertad, censura y muerte>Mientras en las redes sociales existe una libertad de expresión evidente, en el mundo del periodismo formal aún hay mucho por resolver. Y es que el número de periodistas muertos en México sigue aumentando. Del año 2000 a la fecha, van 110 asesinatos.
Hace unos días, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Luis Armando González Placencia, señaló que se debería declarar una situación de emergencia en México, ante la incapacidad del Estado de garantizar la seguridad pública.
Aclaró que aunque la CDHDF tiene un programa para prevenir agresiones a periodistas, evidentemente algo está fallando, pues no se han logrado articular los esfuerzos de todos los implicados.
Añadió que si bien los homicidios de los periodistas se atribuyen a la delincuencia organizada, ante la falta de investigación no debe soslayarse que parte importante de las agresiones contra los medios y su personal, proviene de autoridades gubernamentales.
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