Una vez aprobada la Reforma Laboral y ante la casi nula oposición de los millones de enajenados que son engañados por la mano de los medios de desinformación como Televisa, ahora si se dan valor para aprobar una Reforma Fiscal que gravaría no solo alimentos y medicinas sino que incrementaría el mismo a no menos del 20%.
El secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Gonzalo Hernández Licona, se pronunció a favor de que en el siguiente sexenio no “se cargue” en una dependencia el combate a la pobreza, porque la Sedesol no cuenta con los instrumentos necesarios para esa tarea.
En reunión con la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Diputados, el Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), Gonzalo Hernández Licona, consideró que si el IVA en alimentos y medicinas aumenta el año entrante y los recursos no se destinan al combate a la pobreza, al desarrollo o se usan con “inteligencia”, la población se verá afectada.
Al exponer un diagnóstico sobre la situación de la pobreza y falta de efectividad de los programas sociales del Gobierno Federal, el funcionario planteó, a pregunta de los parlamentarios, que el tema de la posible generalización del IVA es sumamente complicado y vale preguntarse si será utilizado para “lo mismo” que hasta el momento, que es elevar la recaudación o bien, para fortalecer el apoyo a la población más desprotegida.
“El IVA si se sube, si está el proyecto, la pregunta relevante es ¿qué se va a hacer con esos recursos? Porque el IVA solito, la respuesta es más o menos clara: nos sube el precio a todos, alimentos también, los pobres tienen buena parte de su presupuesto dedicada a alimentos, por lo tanto, afecta mucho”, indicó.
“Pero el resultado neto sería favorable para todos, incluyendo la población en pobreza si más bien el destino de esos recursos se hace de manera mucho más inteligente, pero la pregunta es qué hacemos con los recursos del IVA, si es para hacer un poquito más de lo mismo, pues nos va a perjudicar a todos por las dos vías”, alertó.
Aprovechó para recordar que durante el 2010, 3.2 millones de personas más se sumaron a la condición de pobreza en que se encuentra el 46 por ciento del total de la población, es decir 52 millones de personas; mientras que la pobreza extrema afecta a 11.7 millones de mexicanos.
El titular del CONEVAL también se pronunció a favor de que el siguiente sexenio, no se cargue en una sola dependencia el combate a la pobreza, porque la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) no cuenta con todos los instrumentos necesarios para esa tarea.
Recomendó que las tareas para revertir la pobreza en el país, se repartan entre otras dependencias como Hacienda, Economía, Educación, Salud y Trabajo, porque la pobreza también es cuestión de empleo, salud.
Asimismo, advirtió que uno de los factores que impiden mejorar las condiciones de vida de la población, es el estancamiento del ingreso familiar y mientras ese monto no aumente, “será casi imposible” aminorar la pobreza. Y es que el tema del ingreso en México, dijo, es el “talón de Aquiles” de la economía nacional.
Sobre el funcionamiento de los programas de desarrollo social del Gobierno Federal, Hernández Licona, admitió que los fondos federales del Ramo 33 no son claros en su distribución y se reparten de manera insuficiente.
Aunque los programas de apoyo crecieron, no cumplieron por completo las metas establecidas ni llegaron a los beneficiarios adecuados, lamentó. Aunado a ello, señaló que la coordinación entre el Gobierno Federal y las entidades de la República es débil.
Cada año se abren más programas y todos en una lógica política más que en función de los resultados, agregó.
También manifestó que los instrumentos de atención a la población vulnerable son poco eficaces y aunque el Programa Oportunidades llegó durante los últimos 12 o 15 años a un gran número de mexicanos, fue diseñado para cubrir las situaciones de pobreza de tipo “estructural” y mejorar las condiciones de salud, educación y nutrición de la infancia a largo plazo; no obstante, se utilizó de manera “coyuntural” y por ello los resultados no son óptimos.
Oportunidades permitió que niños de secundaria mejoraran su alimentación e incluso, se logró que un mayor número de niñas asistan a ese nivel escolar, pero el defecto es que se ha beneficiado más a población urbana, cuando la intención era llegar a las comunidades rurales menos favorecidas del país.
Otro programa que no ha generado los dividendos necesarios, pero no por un diseño inadecuado para casos de emergencia, sino por falta de recursos, es el de Empleo Temporal.
Otro factor que habla de la falta de cumplimiento en los objetivos para mejorar el desarrollo de la población, es el retraso que el país tiene en la cobertura de la Meta del Milenio en materia de mortalidad materna, apuntó.
Destacó que con el Seguro Popular aumento la cobertura en materia de salud, pero lamentablemente la calidad del servicio no es mejor.
Otro programa que no funcionó del todo, fue el de Piso Firme, con el que mejoró el estado de la vivienda y la salud de miles de familias; pero no atendió otros aspectos fundamentales como los techos y el hacinamiento, detalló.
En el caso del programa de Abasto de Leche, este no llegó a las zonas de mayor pobreza y se concentró en las zonas urbanas; mientras que las Estancias Infantiles permitieron a más madres de familia salir a trabajar, pero la atención a los niños no contó con la calidad necesaria, relató.
De igual modo, agregó el titular de CONEVAL, el Programa Alimentario permitió variar la alimentación para familias de escasos recursos y con pobreza alimentaria, pero también fue insuficiente.
De hecho, reconoció, miles de familias en pobreza en las zonas más afectadas del país se quedaron sin acceso a uno o ningún programa, por las fallas administrativas en la entrega de los apoyos.
El Procampo también se desvió de sus objetivos, admitió, porque inicialmente se pensó para brindar a poyo a pequeños productores y no para el combate a la pobreza, como actualmente sucede.
Para ejemplificar por qué el Estado Mexicano no ha sido capaz de generar las condiciones de desarrollo social, empleo y crecimiento económico necesarios, Gonzalo Hernández señaló que se debe a que las decisiones en ese rubro están estrechamente ligadas a aspectos políticos.
Los ajustes y mejoras a los programas sociales, son como ponerle “parchecitos” a un auto compacto y querer que éste corra a 200 kilómetros por hora. Eso no va a pasar, porque con esa estrategia, el coche llegará a la esquina, pero no podrá ir más allá, sentenció.
En el encuentro, los legisladores se comprometieron a trabajar de la mano con el CONEVAL para mejorar las políticas de reducción de la pobreza en el país.
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