Google Las domingueras de Rivera Carrera: llama a no ser esclavos del maldito dinero

domingo, 4 de noviembre de 2012

Las domingueras de Rivera Carrera: llama a no ser esclavos del maldito dinero


Francisco Rubio

Rivera Carrera:“En estas exigencias de amar a Dios, amar al prójimo, amarnos a nosotros mismos, ahí esta todo el secreto para vivir una vida conforme al proyecto de Dios, ojalá y que el señor nos conceda vivir siempre con ese anhelo, con ese ideal y no convertir un puñado de monedas, no convertir un momento de alegría, no convertir en poder en un Dios que nos convierte en esclavos para siempre”. 


El arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, llamó a los feligreses a no dar “bandazos” con su cristianismo y a que el dinero sea el que los esclavice para siempre.
“En estas exigencias de amar a Dios, amar al prójimo, amarnos a nosotros mismos, ahí esta todo el secreto para vivir una vida conforme al proyecto de Dios, ojalá y que el señor nos conceda vivir siempre con ese anhelo, con ese ideal y no convertir un puñado de monedas, no convertir un momento de alegría, no convertir en poder en un Dios que nos esclaviza para siempre”. 
Mientras que en el texto de su homilía dominical, la cual no dio lectura, se mencionó que “hoy se habla mucho de justicia social y de derechos humanos, y está muy bien; pero estas exigencias no pueden arreglarlo todo, sino hay un motor, un idea, una fuerza que nos impulse. El amor sigue siendo la actitud máxima de humanismo eficaz y del cristianismo auténtico, Rivera Carrera, dijo que entre tantos preceptos, explicaciones e interpretaciones, la respuesta es sencilla amar a Dios y amar al prójimo.
“El ideal que nos propone Jesús es integrar armónicamente el amor de Dios con el amor al prójimo. Nosotros fácilmente damos bandazos proponiendo un cristianismo horizontal, un humanismo cristiano en donde el hombre se convierte en centro, olvidándonos de Dios, olvidándonos de la dimensión vertical, trascendente, sobrenatural.  Tocando el extremo contrario en ocasiones proponemos un cristianismo espiritualista, centrándonos exclusivamente en Dios y olvidándonos de las realidades terrenas, en extremo lo vemos con frecuencia se da en aquellos que a pesar de que citan con frecuencia una frase de Cristo “Den a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios” sólo piensan en lo que se debe dar a César y adiós que te vaya bien no le damos nada”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario