Tomas Mojarro
“No Colibrí a la Izquierda, como nos lo presenta la historia oficial. Por su instinto sanguinario y su aspecto espantable, Huitzilopochtli significa “Colibrí Siniestro”.
Tal afirma el cronista, cuando el colibrí verdaderamente siniestro habitó alguna vez en Los Pinos, y así nos fue a todos con el tal. A propósito: ¿si es zurdo alguno de ustedes y sufre por ello alguna suerte de discriminación? Porque tal es la condición de las masas: rechazar todo y a todos los que de alguna forma son diferentes, y aquí lo trágico: la discriminación contra la mano zurda la ejercemos y padecemos todos, porque nos hemos mutilado de manera voluntaria la mano izquierda hasta convertirnos en hemipléjicos y manejarnos al 50 por ciento de nuestra capacidad manual, sin apenas darnos cuenta del potencial que desperdiciamos.
Toda la civilización ha sido forjada con la mano diestra porque nos hemos mutilado de la otra mitad. ¿Por qué razón dejamos la zurda sin el adiestramiento de la diestra? ¿Por qué la cultura ancestral clasifica de negativo todo lo que concierne a la zurda? ¿Cómo, cuándo, por qué se originó esa maldición? Una pista para encontrar la respuesta pudiese encontrarse en el mito de la antigua Grecia: con la diestra cercenó Crono la virilidad de Urano (Saturno), mientras que con la izquierda le afianzaba los genitales, maniobra que la marcó de impura e indigna de la misma educación que la diestra, mutilando con ello nuestra potencia manual. Nosotros, aun sin conocer el mito, a menospreciar la zurda…
Y ya que andamos por la recoleta región testicular: ¿cuál de sus manos colocó Jacob en la virilidad de un su padre anciano y casi ciego a la hora en que se hace pasar por Esaú el primogénito y de forma fraudulenta dar testimonio (testi, de testículos) para así apoderarse de la primogenitura, con todas las ventajas que ello supone? La diestra, sí, por supuesto. ¿Y con qué mano bendijo el viejo Isaac al tramposo, si no con la diestra? ¿En dónde están a estas horas, si nos atenemos al Libro, lo mismo el padre engañado que el hijo inescrupuloso, con todo y madre que le inspiró el fraude y lo ayudó a perpetrarlo? Ellos, de acuerdo con la Promesa, a la diestra de Dios. Para los ubicados a la zurda, la maldición. “¡Id, malditos, al fuego eterno!”, clama en el Valle de Josafat a los desdichados a los que ha sentado a su izquierda.
Discriminación. El universo se divide en dos mundos que se atraen o repelen, se implican o excluyen según graviten hacia uno u otro sentido de los polos y mutuamente se complementan. Todas las oposiciones que presenta Madre Natura muestran ese dualismo fundamental que para nosotros es motivo de discriminación: luz y tiniebla, día y noche, oriente y sur frente a norte y poniente. Por uno la vida asciende y resplandece; por otro desciende y se apaga. Arriba moran, inmortales, los dioses; acá, los mortales que se traga la tierra; más abajo se ocultan las serpientes, y en la profundidad los demonios. Para la cultura de la discriminación el cielo es la diestra, y la tierra la zurda.
Del Día Internacional de los Zurdos. “Discriminación aberrante”, enfatizó el maestro en la tertulia de anoche. “Eso es ignorancia y superstición. ¿Están ustedes de acuerdo?”. Todos, sí, por supuesto. Pues sí, pero de repente, en el silencio que siguió a la pregunta, una cautelosa voz se pregunto:
- ¿Será zurdo Peña? Porque un zurdo más y al país se lo acaba de cargar la…
(Sh…)
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