La figura del difunto líder venezolano jamás le resultó a nadie indiferente. Ni en Venezuela ni en el resto del mundo. Fue amado y odiado, casi con la misma fuerza. Su figura ya se ha convertido en símbolo. Ahora, sin el Comandante... ¿Seguirá vivo el "chavismo", esa sumatoria de ideas bolivarianas y socialistas, y un marcado independentismo?
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