Ante la victoria del chavismo en la figura de Nicolás Maduro, la CIA pone en marcha el mismo plan desestabilizador que utilizo para derrocar al líderes del medio oriente.
Las primaveras árabes que fueron orquestadas desde la casa blanca en complicidad con las disidencias de cada uno de estos países son parte de un proyecto voraz por el control de los energéticos mundiales.
No es una casualidad que Venezuela sea el blanco de los Estados Unidos pues sus reservas petroleras son las más grandes del mundo.
Ante el fracaso de las invasiones a Irak y Afganistan, Estados Unidos a buscado un enfoque diferente para hacerse de los recursos estratégicos de países clave y las mejores formas son: corromper a los gobiernos, poner a gobiernos títeres y si esto no funciona se recurre a la violencia disfrazada de descontento popular apoyada por los enormes recursos económicos y militares estadounidenses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario